LAS ORGANIZACIONES AMBIENTALES LAMENTAN LA CELEBRACIÓN DEL “KILÓMETRO VERTICAL” DE LA BARRANCA

Será la segunda competición de carrera por montaña que se celebre esta primavera en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en pleno período reproductor de fauna y flora sensible de montaña.

Irónicamente, esta competición ecológicamente inapropiada prácticamente coincidirá con el Día Internacional del Medio Ambiente.

Las organizaciones Amigos de la Tierra Comunidad de Madrid, RedMontañas, Reforesta, Mountain Wilderness España, Biodiversidad Virtual/Asociación Fotografía y Biodiversidad, y SOS Pedriza, denuncian la celebración del “tradicional” Kilómetro Vertical de la Barranca, que tendrá lugar el próximo  domingo 6 de junio, sólo un día después del Día Internacional del Medio Ambiente. Será la segunda competición de carrera por montaña de esta misma primavera, organizada por el mismo club de montaña –la Real Sociedad de Alpinismo Peñalara– y, también en esta ocasión, incomprensiblemente autorizada por el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.

La Real Sociedad de Alpinismo Peñalara con la autorización del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, celebró el pasado 23 de mayo el Cross de los Tres Refugios, a pesar de que durante las semanas y meses anteriores, un gran número de colectivos conservacionistas y culturales solicitaron reiteradas veces  a la Consejería, al Director del Parque Nacional, a la dirección del Organismo Autónomo Parques Nacionales y al propio club de montaña organizador, que la competición se aplazara a un momento del año menos perjudicial para la flora y fauna sensible, cuya conservación debería ser uno de las principales prioridades para el Parque Nacional.

Los colectivos firmantes lamentan igualmente que con este tipo de eventos que nada añaden a la conservación de la biodiversidad ni a la imagen de un Parque Nacional, se esté transmitiendo a la sociedad un modelo contrario a lo que debiera ser  una respetuosa cultura de montaña, y se ensalza un esquema instrumentalista de relación con la naturaleza en el que las personas pagan  para realizar actividades que nada tienen que ver con las auténticas y cada vez más urgentes necesidades de cuidado y protección de la biodiversidad y el medio ambiente.

Denunciamos y lamentamos, en última instancia, el hecho de que ambas competiciones de carrera por montaña en plena primavera reflejan el incumplimiento de las normas por parte de las administraciones -en concreto el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del propio Parque Nacional, que prohíbe expresamente las competiciones en períodos críticos para la biología de las especies, y la Ley de Parques Nacionales, que subordina el uso público a la conservación-  y, en el caso del club de alpinismo, es flagrante el desprecio de sus propios compromisos estatutarios, que afirman querer defender, proteger y conservar las montañas.