La agricultura biointensiva ha demostrado su impacto positivo sobre indicadores tales como el consumo de agua, uso de fertilizantes, rendimientos por unidad de terreno, fertilidad. Junto con la preparación en profundidad del terreno, la aportación de enmiendas ecológicas adaptadas a las carencias de cada huerto, la selección cuidadosa de los cultivos y sus rotaciones y asociaciones, la agroecología biointensiva permite recuperar estructura y contenido en nutrientes de los suelos. Por este motivo es un aliado clave en la lucha contra la desertificación y el agotamiento de recursos, incluido el suelo, así como una herramienta frente al cambio climático.
Ven a conocer con nosotras la #agroecología a través del Método Biointensivo muy eficiente para la pequeña producción y las huertas de autoconsumo porque Cultivar es revolucionario.